Nuestro Papa Francisco nos ha invitado a salir a la calle a llevar a Cristo a las plazas como los primeros cristianos.
Estamos en Pascua y cumplimos con esa misión de anunciar el evangelio.
Es impresionante la cantidad de personas que se acercan y se han aproximado a Jesucristo.La acción del Espíritu Santo en nosotros nos ha dado las fuerzas para salir y anunciar,llenos de alegría a Jesucristo por las calles.
Además hay dos acontecimientos que marcan la historia contemporánea:
El primero:el Concilio Vaticano II.El Papa San Juan XXIII, en Loreto,el 4 de octubre de 1962,dijo el motivo por el cual se convocaba el Concilio:
"La Iglesia asiste hoy a una crisis en acto en la sociedad.Mientras la humanidad se encuentra en el umbral de una nueva era,le esperan a la Iglesia tareas de una gravedad y amplitud inmensa,como en las épocas más trágicas de su historia.Se trata de confrontar con las energías vivificantes y perennes del evangelio.al mundo moderno"
El segundo hecho se refiere al Papa San Juan Pablo II,que acuñó el término "Nueva Evangelización".En el mensaje dirigido al Simposio de los Obispos Europeos de 1985,dijo que frente a la secularización.a la apostasía de Europa,y a la destrucción de la familia...el Espíritu Santo ya está actuando,y el Papa invitó a los Obispos a dejar los propios esquemas,y a mirar allí donde está actuando el Espíritu...Es necesario retornar al Cenáculo,al primerísimo modelo apostólico,para realizar la nueva evangelización.
Yo estuve en Éfeso y recuerdo cómo me impresionó el auditorio desde donde San Pablo se enfrentó a todos,sobre todo al negocio de la diosa afrodita del platero Demetrio.No salió bien de allí y así en todos los lugares.Un pequeño grupo de apóstoles hizo poco a poco una extensión del evangelio increíble.No tenían miedo.
¿Y nosotros?
Estamos en Pascua y cumplimos con esa misión de anunciar el evangelio.
Es impresionante la cantidad de personas que se acercan y se han aproximado a Jesucristo.La acción del Espíritu Santo en nosotros nos ha dado las fuerzas para salir y anunciar,llenos de alegría a Jesucristo por las calles.
Además hay dos acontecimientos que marcan la historia contemporánea:
El primero:el Concilio Vaticano II.El Papa San Juan XXIII, en Loreto,el 4 de octubre de 1962,dijo el motivo por el cual se convocaba el Concilio:
"La Iglesia asiste hoy a una crisis en acto en la sociedad.Mientras la humanidad se encuentra en el umbral de una nueva era,le esperan a la Iglesia tareas de una gravedad y amplitud inmensa,como en las épocas más trágicas de su historia.Se trata de confrontar con las energías vivificantes y perennes del evangelio.al mundo moderno"
El segundo hecho se refiere al Papa San Juan Pablo II,que acuñó el término "Nueva Evangelización".En el mensaje dirigido al Simposio de los Obispos Europeos de 1985,dijo que frente a la secularización.a la apostasía de Europa,y a la destrucción de la familia...el Espíritu Santo ya está actuando,y el Papa invitó a los Obispos a dejar los propios esquemas,y a mirar allí donde está actuando el Espíritu...Es necesario retornar al Cenáculo,al primerísimo modelo apostólico,para realizar la nueva evangelización.
Yo estuve en Éfeso y recuerdo cómo me impresionó el auditorio desde donde San Pablo se enfrentó a todos,sobre todo al negocio de la diosa afrodita del platero Demetrio.No salió bien de allí y así en todos los lugares.Un pequeño grupo de apóstoles hizo poco a poco una extensión del evangelio increíble.No tenían miedo.
¿Y nosotros?
Precioso hermana, me han gustado mucho tus palabras, se nota que el Espíritu de Dios está sobre tí, nosotros nos reunimos cada domingo en la plaza Calderón, y es impresionante ver como la gente se acerca y te pregunta, tienen ganas de Dios y es nuestra misión llevarlos asta El. Un beso de oso muy grande!!!
ResponderEliminarHola MªFrancisca,te dejo aquí mi saludo y agradecimiento por tu visita y comentario...no he logrado dar con tu blog...y en Google+no supe dejar mensaje,mil disculpas...voy a intentarlo nuevamente!Besos
EliminarLo que admiro de algunas religiones es su valentía de ir a predicarla casa por casa.......Nosotros los católicos deberíamos hacer lo mismo y empezar esde cero.Besicos
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