Hoy es el primer viernes de Cuaresma.
Estos viernes tienen unos dones especiales.Vivimos en un constante carnaval y qué difícil es escuchar y escucharnos.
En este tiempo se nos recuerda según el beato Juan Pablo II,que Jesús se nos ha arrebatado,encarcelado,abofeteado,flagelado...El ayuno es el tiempo de la Cuaresma de más solidaridad con Cristo.
Comer y beber es indispensable para el hombre para poder vivir,pero el abstenerse,tiene como fin introducir en el hombre no sólo el equilibrio necesario,si no también el desprendimiento de esta actitud consumista.
Cuando el hombre se orienta exclusivamente hacia la posesión y el uso de los bienes materiales,toda la civilización se mide en "tanto tienes tanto vales".Los bienes materiales los usamos,no solo para servirnos de ellos sino para satisfacer el placer momentáneo,y una multiplicidad insaciable de cosas que nos introducen en un torbellino.
El hombre contemporáneo debe ayunar y no sólo de la comida o bebida,sino de todas esas interferencias que le impiden conectar con su recogimiento interior,lo más importante en la vida.
Vivamos el ayuno como una especie de purificación,una gran oportunidad para dejar de ser esclavos de otros medios de consumo,de estímulos,de satisfacción y embotamiento de los sentidos.
Estos viernes tienen unos dones especiales.Vivimos en un constante carnaval y qué difícil es escuchar y escucharnos.
En este tiempo se nos recuerda según el beato Juan Pablo II,que Jesús se nos ha arrebatado,encarcelado,abofeteado,flagelado...El ayuno es el tiempo de la Cuaresma de más solidaridad con Cristo.
Comer y beber es indispensable para el hombre para poder vivir,pero el abstenerse,tiene como fin introducir en el hombre no sólo el equilibrio necesario,si no también el desprendimiento de esta actitud consumista.
Cuando el hombre se orienta exclusivamente hacia la posesión y el uso de los bienes materiales,toda la civilización se mide en "tanto tienes tanto vales".Los bienes materiales los usamos,no solo para servirnos de ellos sino para satisfacer el placer momentáneo,y una multiplicidad insaciable de cosas que nos introducen en un torbellino.
El hombre contemporáneo debe ayunar y no sólo de la comida o bebida,sino de todas esas interferencias que le impiden conectar con su recogimiento interior,lo más importante en la vida.
Vivamos el ayuno como una especie de purificación,una gran oportunidad para dejar de ser esclavos de otros medios de consumo,de estímulos,de satisfacción y embotamiento de los sentidos.
Hola Maria Jose, comparto plenamente tus reflexiones, que tengas un muy buen día!
ResponderEliminarYo esto del ayuno lo llevo tan mal que me es imposible llevarlo a cabo,............claro que habrá que pensar en otros tipos de "ayunos".Besicos
ResponderEliminarSaludos, vine a darte las gracias por acompañarme al Reto Velador La Hora del Planeta.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
María José comparto tus creencias. Un abrazo!!!
ResponderEliminar