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miércoles, 12 de diciembre de 2012


Martín Niemoller

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Se graduó como oficial naval y durante la Primera Guerra Mundial estuvo al mando de un submarino. Después de esa guerra mandó un batallón en la Región del Ruhr. Entre 1919 y 1923 estudió Teología en Münster. Ya como pastor apoyó al principio la política anticomunista, antisemita[1] y alemán nacionalista de Adolf Hitler.
Reaccionó al fin contra el nazismo en 1933 cuando Hitler, en desarrollo de la política totalitaria de homogeneización, denominada oficialmente Gleichschaltung, impuso sobre las iglesias prote
el "párrafo ario" (Arierparagraph), que excluiría de la iglesia a todo creyente con antepasados judíos.

Se instauró una suerte de neo-paganismo. El Antiguo Testamento fue abandonado. Todos los pastores fueron obligados a jurar lealtad al Reich bajo la consigna ‘Un Pueblo, Un Reich, Una Fe’. Quienes se opusieron a la aberración fueron arrestados y muchos murieron en las cámaras de gas. ‘El Nacional Socialismo y el Cristianismo son irreconciliables’, repetía Martin Bormann, la sombra de Hitler.
 
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Hitler, furioso por la actitud de abierta rebeldía del otrora elogiado ministro de la fe, ordenó su arresto el 1º de julio de 1937. Enjuiciado en marzo de 1938, Niemöller – ex comandante de submarino, autor de libros supervendidos, famoso pastor de una parroquia adinerada y ex niño mimado de la prensa nazi – fue encontrado culpable de acciones subversivas contra el Estado y se lo condenó a siete meses de reclusión y a pagar una multa de dos mil marcos.

Niemöller fundó entonces, junto con Dietrich Bonhoeffer, la Iglesia Confesante (Bekennende Kirche), que se opuso a la nazificación de las iglesias alemanas




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ÉL dio este sermón que no era un poema,y como tal 
se ha repetido con variaciones.

PRIMERO COGIERON...
Primero cogieron a los comunistas,
y yo no dije nada por que yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros,
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí,
no quedaba nadie para protestar.
Martin Niemöller
(aunque se le atribuye a Bertolt Brecht)
Si un hombre nos somete es porque los demás, miramos nuestro ombligo.
Hay muchas versiones de este poema,que nunca lo fue.  














































































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