Que recuerdos más bonitos me han venido a la cabeza al hablar de la sal.Mi infancia huele a sal .Veraneaba desde San Juan a terminada la feria de septiembre de Murcia.Eso si que era veraneo.En ese entonces pueblecito de pescadores,había unas salinas y venían barcos de todo el mundo a cargar sal.La sal la traían desde las salinas hasta el puerto en un trenecito ,como de juguete lleno de sal,que asomaba por los vagoncitos en montañas blancas.Ese recuerdo lo tengo grabado dulcemente en mi corazón.
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